miércoles, 16 de marzo de 2011

Atomic Robo and the Fightin' Scientists of Tesladyne y Atomic Robo and the Dogs of War, de Brian Clevinger

Muchas veces, las obras independientes fuera de las grandes (y con eso me referiré a Marvel y DC) nos dan las mayores alegrías dentro del mundo del cómic. De hecho, en un alto porcentaje, son las que más alegrías nos dan, algo sorprendente en cuando a la proporción de obras que uno termina leyendo de esas grandes. Éste es uno de los casos, un cómic surgido de la mente de un guionista que se dedicaba a los cómics online (dentro de esta web), Brian Clevinger y que termina apareciendo como serie limitada dentro de la editorial Red 5 Comics, donde el dibujo corre a cargo de Scott Wegener. Y estos dos tomos que he leído incluyen material de la colección más el número especial del Free Comic Book Day '08.

¿De qué va la serie? Bueno, el protagonista es Atomic Robo (sorpresa), un robot construido por Nikola Tesla en 1923 y que tiene inteligencia propia (lo llaman "automatic intelligence" y suena muy bien el intento de envejecer a la clásica "inteligencia artificial"). Él es la cabeza visible de Tesladyne Industries, una empresa llena de científicos de acción que responden a emergencias sobrenaturales. Los paralelismos con Hellboy son claros (y no sólo, obviamente en cuanto a la estructura de la premisa o la cantidad de nazis que aparecen), pero el acercamiento del guión a todos estos temas es mucho más humorístico y enfocado al puro entretenimiento, sin olvidar la inteligencia y el buen desarrollo de personajes. Ah, y el uso de Nikola Tesla como el padre de la criatura, es genial, y algo que cualquiera que sepa lo genial que era ese hombre, casi puede creer que estuviera a punto de conseguir.


Creo que se puede pedir poco a esta serie que no tenga. Partamos de la base de que la pretensión del cómic es mantenerte completamente entretenido durante su lectura y continuar con ganas de más al terminar, y eso lo consigue con creces. Pero, a diferencia de otros productos con el mismo objetivo, aquí se consigue mediante el humor, grandes diálogos, momentos llenos de inventiva, gran trabajo con los personajes, variedad (el poder usar a Robo a lo largo de la historia y meterle en fregados tan diferentes, es una ventaja que se aprovecha) y toda clase de momentos que demuestran la inteligencia del guión sin hacerte sentir idiota. Para mí es uno de los mejores cómics que se puede leer hoy en día, partiendo de la base de que lo que quiere es mostrarnos aventuras científicas llenas de pseudociencia exagerada, enemigos excesivos, amenazas imposibles y mucho humor. Entrar en su juego, es perderse.

El dibujo de Wegener es completamente adecuado al tono, limpio, claro y, sinceramente, todo lo que se podría pedir. Al final de cada tomo vienen algunas aventuras cortas dibujadas por otros artistas y, la verdad, a nivel de guión siguen siendo geniales, pero sin duda demuestran que Wegener es el autor adecuado para ilustrar las aventuras de este adorable robot. Así que, nada que objetar, al contrario, el dibujo es el compañero perfecto para la historia.

En España ya se han publicado los 3 primeros tomos (en USA van por el 4º tomo y el volumen 5º de la colección), así que no tendréis muchos problemas para leerla en castellano si queréis, pero yo ya me he acostumbrado a leer los cómics americanos en su lengua original y, la verdad, en cómics como éste no hay el más mínimo problema de seguimiento. Así pues, muy recomendado.

martes, 1 de marzo de 2011

Assault on New Olympus y The New Prince of Power, de Greg Pak y Fred Van Lente

Dos tomos más en la historia del señor Hercules que Pak y Van Lenthe llevan contando durante ya hace tres años y, desde mi punto de vista, haciendo de ella una de las mejores colecciones de Marvel en la actualizad de lejos. En el primero de estos tomos que comento, Assault on New Olympus, termina la actual encarnación de la serie The Incredible Hercules, con el número 141 (recordemos que la serie como tal, empieza en el número 112, al sustituir Hercules a Hulk en la serie durante la World War Hulk, mientras el segundo tomo, The New Prince of Power, incluye las miniseries y especiales Hercules: Fall of an Avenger y Heroic Age: Prince of Power, donde Amadeus Cho toma mayor protagonismo tras el final de la colección de Hercules.

Y, si bien el segundo tomo es algo inferior a los que hemos visto de la serie en sí (un par de detalles y Thor escrito de forma... extraña, cuando ya ha salido en la serie y no cantaba tanto), ambos tomos no hacen sino confirmarme que ésta es una de esas colecciones que no vende, seguro, lo que merece su calidad. Los guiones del dúo tienen muchas cosas que alabar: humor omnipresente e inteligente; una historia escrita con sumo cuidado, inteligencia y mucho conocimiento de todo lo ocurrido en la historia del Universo Marvel; un uso ejemplar e integración de la mitología como elemento enriquecedor de tramas y herramienta para sentar las bases de personajes; acción entretenida y habitualmente (no siempre) muy lejos de los tópicos; un trabajo con los personajes muy  interesante y cuidadoso que termina construyendo personajes más complejos de lo que aparentan; buen uso de personajes que siempre andan por ahí pero no se suelen aprovechar; momentos dramáticos bien planeados y nada gratuitos; entretenimiento... Al final, lo que quiero decir, es que es una colección que da gusto leer siempre. Por eso también comentaba que el segundo tomo es algo inferior, pero no porque sea malo, sino porque en algunos momentos está un escalón por debajo. En otros, simple y llanamente es lo de siempre e igual de bueno.


Un tema que siempre me ha parecido mal de la serie es el dibujo. No porque sea malo, porque tiene una media que ya querrían otras colecciones, sino porque peca de una falta de continuidad muy evidente, con baile de dibujantes que, si bien nunca cae en la mediocridad, va desde lo muy bueno a lo normalito, aunque en general siempre bien narradp. Cómo no, me gustaría que una serie tan buena tuviera un dibujante genial y regular, pero bueno, sinceramente, la colección de profesionales que andan siempre por la colección hace un trabajo encomiable y nunca impiden el disfrute del guión. Y eso como mínimo. En los tomos que nos ocupan, la tarea recae sobre Rodney Buchemi (creo que sí que dibuja en este caso el tomo entero), Reilly Brown y Ariel Olivetti, de estilos bastante diferentes, la verdad, pero ninguno hace un mal trabajo.

En fin, en España siguen publicando la serie (no sé si con algún tipo de periodicidad, pero sí sé que jodiendo las sorpresas sacándola a destiempo), por lo menos, así que si queréis leer una serie de Marvel sólo, leeros ésta: pasa por todos los puntos que tienen importancia en el universo al que pertenece a su modo, con humor, inteligencia y un grupo de grandes personajes. No la dejen de leer pensando que no tiene protagonistas famosos: ¿cuántas veces nos hemos equivocado con semejante argumento?