lunes, 29 de noviembre de 2010

Superman: Earth One

En DC parece que últimamente no saben por dónde les da el aire, la verdad, y la aparición de la línea Earth One, que uno podría decir que es una especie de versión de la línea Ultimate de Marvel (que apareció hace ya 10 años...), es un síntoma más de ello. Pero la aparición de la línea que intenta empezar de 0 con algunos personajes y apelar a nuevos lectores, no es un síntoma necesariamente malo (aunque tampoco hace falta darle muchas vueltas al asunto para llegar a esa conclusión), ya que lo importante, siempre, son las historias, siempre. Si las historias son buenas, el marco, la línea y demás, palidecen. La línea All Star (desconozco si ya abandonada o qué), fue una de cal y una de arena, con la excelente All Star Superman y la terrible All Star Batman and Robin the Boy Wonder. Así pues, esta nueva línea bien puede ser un gran éxito creativo y/o comercial. Lo último parece que, por ahora, sí tiene razón de ser, porque la novela gráfica que nos ocupa fue la más vendida en el pasado mes de octubre, pero como material de lectura, es ampliamente superado por trabajos como Superman: Secret Origin y, sobre todo, la estupenda Superman: Secret Identity.


Superman: Earth One supone un acercamiento a los orígenes del icónico personaje en el que J. Michael Straczynski no demuestra, precisamente, seguir reteniendo todo su mojo. Ya reinventó el concepto del origen de Superman en su trabajo en Superme Power para Marvel de forma mucho más realista e interesante y, si ése no es el asunto, que creo que queda claro al leer el cómic, el resultado es una novela gráfica blanda, por momentos aburrida y con muchos menos puntos interesantes y conceptos originales de los que pudiera parecer. Para mí destaca un elemento de la historia relacionado con el planeta de origen del protagonista, pero el resto es bastante soso, lento y carente de fuerza, incluso en los momentos de acción en los que se supone que algo más de entretenimiento se puede entregar al espectador. No es un cómic terriblemente lamentable, pero es como esas películas que, cuando las ves, no te parecen malas pero no estás seguro de a quién le podría gustar mucho: ¿quién puede entusiasmarse con este cómic? Lo desconozco.
El dibujo de Shane Davis no ayuda al resultado, precisamente. Su estilo es, cómo me duele tener que repetir estas palabras tanto últimamente, muy reminiscente de los 90, bastante inconsistente con sus evidentes referencias fotográficas, con una narración pobre y, en general, simplemente no especialmente agradable de mirar.

Así pues, nueva línea, novela gráfica con cierto éxito, pero un resultado creativo mediocre como mucho, con dos autores que no nos entregan sus mejores trabajos. Del guionista, viendo lo que está haciendo últimamente, no sorprende, pero sigue doliendo porque le sabemos capaz de más. Del dibujante, parece que aún le queda mucho que evolucionar y aprender. ¿Será la próxima novela gráfica de la línea, Batman: Earth One, mejor? Sólo nos queda esperar y ver, pero el equipo creativo asignado es competente e interesante, como mínimo (Geoff Johns y Gary Frank), aunque personalmente no les vea muy apropiados para un personaje como Batman. En fin, leeremos y opinaremos.

P.D.: si os lo queréis descargar (yo no recomiendo comprarlo, pero si os gusta cómo va el tema después de bajarlo, compradlo, es lo que yo hago), aquí, por ejemplo, podéis.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Batman, de Grant Morrison

La intención de este artículo es servir un poco de guía al trabajo del guionista con el personaje, no reseñar todas las sagas y números. Después de hacerlo, la verdad es que, por mi propio bien, agradezco haberlo hecho, ya que la publicación es bastante caótica y dispersa.

Grant Morrison es uno de mis guionistas predilectos. Parte de su atractivo, para mí, cuando escribe cómics de personajes no creados por él, es su habilidad para captar la esencia de los personajes, lo que les hace clásicos, además de aportar originalidad, elementos extraños de ésos que tanto le gustan que surgen de su mente, que parece estar continuamente inundada por drogas y, por último, crear historias que tienen un sentido de forma conjunta y cuyas piezas individuales van encajando perfectamente según avanza la historia.

Página 6 del número 655 de Batman.

En septiembre de 2006, el guionista escocés se puso a los mandos de Batman (en el número 655 de la colección principal) con la historia Batman and Son, dibujada por Andy Kubert, y que duró 4 números. La historia fue muy atacada, en mi opinión, pero lo fue especialmente porque mucha gente no veía por dónde quería ir el autor. Lo entiendo, la verdad, pero yo con Morrison siempre tengo paciencia porque sé que una idea tiene en mente. Luego te gustará más o menos, pero todo termina encajando bien. Además, en la historia introduce uno de los elementos fundamentales de su etapa, el personaje de Damian, el "hijo" de Batman (personaje que ha ido desarrollando muy bien con el paso de los números). Después, tras 4 meses de relleno de la mano de John Ostrander y Tom Mandrake, Morrison guionizó 20 números seguidos de la colección (663–683), donde desarrolló varias historias. Primero terminó con el tema de los tres Batman, participó en la saga del retorno de Ra's al Ghul (un crossover con las otras colecciones de la "Batfamilia"), trajo de vuelta a los Batmen of All Nations en una historia que presentaría formalmente al Black Glove, y escribiría la polémica historia Batman R.I.P. (676-681), a la que habían ido llevando los números y que dibujó, por desgracia, Tony Daniel, que no es el mejor dibujante posible, terminando después esta etapa con dos números de unión con Final Crisis, macroevento que escribió también Morrison (algo muy conveniente para su trabajo con Batman) y en el cual Batman desaparecía a manos de Darkseid. El mayor problema con R.I.P. para mí, fue que mucha gente esperaba que en esa historia muriera el personaje (no me hagan reír), porque si uno la lee con atención, está muy bien pensaba. A mí me gustó mucho.

En este punto, Bruce Wayne parece estar muerto a manos del maloso cara de piedra, y comienza un evento orquestado por Tony Daniel a los infames guiones y dibujo (Battle for the Cowl). Después de él, nos encontramos con la nueva colección, Batman and Robin, protagonizada por dos nuevos personajes (para el traje, claro), la miniserie The Return of Bruce Wayne, y en la colección madre, Daniel se queda como "autor completo", mientras que las otras dos las llevará Morrison. Además, Morrison volverá a la colección madre en 3 números: el 700 (en el que hay una historia aniversario extraña y con varios de sus elementos pero, sobre todo, algo decepcionante) y 701-702 (donde explica los huecos que deja R.I.P.).

The Return of Bruce Wayne, contó en 6 números la historia de cómo Bruce ha quedado atrapado y desmemoriado en la corriente temporal (tras recibir el ataque de Darkseid), por lo que irá recorriendo, a lo largo de diversos periodos de la historia, la propia línea del murciélago, participando en momentos claves de su propia historia (desde la prehistoria, pasando por el oeste, hasta el futuro). Esta miniserie es bastante desconcertante y completamente carente de sentido si uno no ha estado siguiendo los elementos que Morrison ha ido introduciendo en la colección principal, a la vez que en Batman and Robin, donde también se exploran varios elementos de la misma. Al final, todo tiene sentido y explica ampliamente varias cosas.

En Batman and Robin, Morrison siguió haciendo lo que estaba haciendo pero sin Bruce, introduciendo nuevos personajes y cerrando historias de su etapa en Batman, con el Black Glove, el profesor Pyg, Red Hood y el Joker, que tiene un papel muy importante en los últimos números de la etapa (fue el primer personaje en aparecer en el comienzo de la etapa de Morrison y después ha ido apareciendo de vez en cuando). 16 números muy buenos, mejores quizá que los anteriores y más compactos, en los que los dibujantes hacen un buen trabajo o muy bueno excepto, la verdad, Philip Tan, que es el peor de todos de lejos. A partir de ahora, Morrison deja la serie (que recogen Peter Tomasi y Patrick Gleason después de unos números de relleno a cargo de Paul Cornell y Scott McDaniel) y se lanza a una nueva colección, tras culminar la serie de one-shots Bruce Wayne: The Road Home, con el número Batman: The Return, que dibuja David Finch, y que sirve de punto de partida para dos nuevas colecciones, la de Morrison (Batman, Inc.) y la de Finch (Batman: The Dark Knight). Mientras, Tony Daniel seguirá en la colección madre, desde el 704 (el 703 está escrito por Milligan y dibujado por el propio Daniel).

Página doble (6-7) del número 1 de Batman, Inc. sin el color.

En Batman Incorporated, Morrison se une al dibujante Yanick Paquette (que, por lo que he visto, me parece muy bueno) en un viaje por el mundo para el detective, que le unirá a diversos personajes y misterios. La cosa empieza en Japón y, en mi opinión, lo hace muy bien. En cualquier caso, y aunque seguro que alguna sorpresa nos llevamos, éste es un nuevo comienzo, aunque dentro de la etapa del mismo autor porque, cerrados muchos de los temas tratados en la etapa, el autor quiere explorar algunos conceptos más. ¿Hasta cuándo estará el escocés guiando a Batman? Pues hasta que cuente todo lo que tenga que contar, porque las ventas y las críticas, en general, le acompañan, así que nadie, salvo él mismo, terminará esta, para mí, exitosa etapa lleva de idas y venidas y de elementos extraños que, ahora que he hecho este repaso, y he puesto las ideas un poco claras, me parece que ha sido demasiado caótico en cuanto a la publicación. Cuánto más sencillo hubiera sido si todo ésto se hubiera dado en una única colección y ya está...

sábado, 27 de noviembre de 2010

Irredeemable, de Mark Waid

Irredeemable (pronunciado /'ɪrɪ'di:məbəl/, que no fui capaz de leerlo en el último número de El Noveno Podcast) es un cómic surgido de la mente del guionista Mark Waid y dibujado por el americano Peter Krause que publica desde Abril de 2009 Boom! (que saca la mayor parte de su pasta de los cómics de Disney-Pixar que publica desde hace un par de años pero que empezó en 2005 muy firme con Zombie Tales).


Waid es de esos guionistas que alternan trabajos realmente interesantes con otros que dejan más frío. Yo, por supuesto, me quedo con las cosas buenas, porque otra cosa sería una tontería (a no ser que te llames Jeph Loeb...), y dentro de esta parte, tenemos lo que, para el autor, es una trilogía (por ahora) que pretende ahondar en el concepto de superhéroe y en el de supervillano con complejidad, tratando de explorar escenarios pocas veces visitados y las consecuencias a todo éso a lo que estamos tan acostumbrados con "realismo". Dentro de ella tenemos:

- Su Kingdom Come para DC [con Alex Ross al dibujo, que metió mano en el guión también], una notable obra sobre lo que es ser un héroe y que, eso sí, tiene un inicio, para mí, un tanto confuso y de premisa débil, pero termina siendo un trabajo muy icónico sobre los personajes más famosos de la compañía.

- Empire para Gorilla Comics primero y luego DC [con el rígido pero agradable Barry Kitson a los lápices], una obra que explora un mundo en el que un gran supervillano a triunfado y acabado con todos los héroes y ahora domina el mundo. Sí, lo que quieren la mayoría de supervillanos: la gracia está en explorar qué ocurre cuando se consigue de verdad.

- Y, por último, tenemos Irredeemable, la serie de la que os voy a hablar hoy, una serie que parte del siguiente punto: ¿Y si el mayor héroe de la Tierra (de nombre The Plutonian, en este caso) se volviera un villano? Por supuesto, lo que se quiere decir es, ¿y si Superman se volviera malo (pero malo, malo)? Pero más allá de éso, el punto de partida real es explorar que en los universos más famosos del cómic, los superhéroes siempre son, suerte para todos, personas con una gran estabilidad emocional y capacitados para lidiar con todo lo que significa ser un héroe. Hablemos de ella.


Irredeemable ha sido una de las series que más me ha sorprendido en los últimos años, que más me ha impactado como lector. Hago esta reseña a tiempo, puesto que Norma va a empezar a publicar la serie dentro de poco en España a finales de Noviembre (aunque, todo sea dicho, decían que iban a traer un primer tomo de cuatro números, después otro en abril y luego otro en septiembre, ya de 2011... lamentable ritmo para una serie que va por el 17 ahora y engancha e intriga mucho), así que alguno así tendrá una idea aproximada previa. Mi consejo, por mucho que algunos me maten, es que la sigáis en versión original y, si queréis ver de qué va el tema, bajaros el cómic en descarga directa y luego opináis si merece la pena comprarlo, que yo creo que sí (y no sólo porque la traducción hecha por los fans, en este caso, no es muy buena: pero es gratis, así que...).

¿Por qué es tan buena? Primeramente, porque el cabrón de Waid teje una historia mucho más compleja de lo que parece en un inicio, y en seguida nos damos cuenta. La colección trata de hacernos acompañar a los antiguos compañeros de The Plutonian en su afán por encontrar una manera de detenerle, algo que no parece posible, porque físicamente es exageradamente poderoso, así que lo que intentan es ir recopilando lo poco que van descubriendo sobre él: ¿es humano? ¿nació así? ¿qué límite tienen sus poderes? ¿dónde está el único supervillano que llegó a atemorizarle? ¿porqué ha empezado a matar héroes y a destruir ciudades? Según avanzan los números, iremos adquiriendo pequeñas piezas de un rompecabezas mayor de lo que parece plagado de violencia y valores corrompidos, personajes que tienen más de lo que parece, miedo, amor, sexo, egoísmo, adoración, desprecio, crueldad... No, no voy a nombrar todas las cosas que se me ocurran :P Donde pretendo llegar es a deciros que esta obra tiene un punto de partida interesante que sólo se hace más interesante cada número que pasa porque descubrimos cosas nuevas y afrontamos las consecuencias y las causas de lo que está ocurriendo.


El dibujo de Krause me recuerda un poco al de Brent Anderson en otra obra que trabaja con arquetipos y no personajes famosos que es, la también interesante y muy recomendada, Astro City de Busiek. Son dibujantes competentes, buenos narradores y sin miedo a dibujar nada aunque no son siempre los más bonitos del mundo, pero hacen un gran trabajo adaptándose a trabajar con una plantilla completamente nueva de personajes. Por un lado, lo que es el estilo de Krause (con relativamente poco trabajo a sus espaldas) me gusta más, me parece más bonito y espectacular que el de Anderson. Por otro, la narrativa a veces es un poco inferior pero donde más, quizá, flojea, es en algunos diseños, que en Astro City eran mejores, pero no es justo, porque el diseño de personajes allí no era de Anderson, sino de Alex Ross, que es un maestro de la ilustración y el diseño. En general, me gusta bastante y, lo que es mejor, nunca molesta a la historia, le sirve muy bien y tiene muy buenos momentos llenos de espectacularidad. Las portadas están hechas por varios portadistas (no sé cuántas portadas alternativas hay por cómic, pero varias), algunos muy buenos como John Cassaday.

En resumen, por si no ha quedado claro, os recomiendo su lectura con muchas ganas porque estoy disfrutando del cómic. Seguro que alguno comenta que quizá hay momentos en los que no va al grano y procrastina demasiado, pero para mí es otro recurso para aumentar la tensión, en este caso. Un cómic adulto, con fondo, divertido, bestia, con sorpresillas y que se puede leer sin haber leído ningún cómic antes, claro, porque "parte de 0" (bueno, parte de 8 y luego te cuenta lo anterior :P).

viernes, 26 de noviembre de 2010

Invincible, de Robert Kirkman

Sé que es una afirmación muy categórica para empezar ya, desde el inicio, en un post que pretende vender la calidad de una colección pero, aunque algo tan grave eche atrás a la gente (en el sentido de invalidar mis argumentos), es mi creencia en su forma más pura: Invincible (Invencible) es la mejor colección regular del mundo del cómic, que yo conozca, en los últimos 7 años (desde que salió). ¿Por qué? Vamos a verlo.


Escrita por Robert Kirkman (ahora suena a todos por The Walking Dead, ¿no?) para Image desde 2003, esta colección parte de la enésima revisión del concepto de Superman y termina convirtiéndose en algo que poco tiene que ver con ello. La colección aúna en sus páginas todos los conceptos clásicos del mundo de los cómics de superhéroes que han aparecido a lo largo de la historia, añade muchos elementos originales y geniales, violencia, movidillas adolescentes, asuntos cósmicos, supergrupos, familia, organizaciones gubernamentales... Es complicado resumir qué hace de esta colección especial, pero tengo que intentarlo para que me hagáis caso y la leáis.

Mark es el protagonista de la colección. Empieza descubriendo que tiene poderes y que su padre también y que es uno de los superhéroes más importantes del mundo y a partir de ahí, su vida no deja de dar vueltas. Pero, con todo, lo mejor de la serie, no es la acción superheroica sin complejos o restricciones, ni la calidad de sus argumentos que se apoyan en lo clásico con un paso más allá, es una colección que mejora cada número (los primeros números son los más convencionales, sin duda) y que nunca, NUNCA, pierde rastro de lo que cuenta: todos los personajes secundarios que aparecen, todos los conflictos (¡y lidia con las consecuencias de todo lo que pasa!), todo lo que ocurre, siempre está ahí y vuelve tarde o temprano, y cuando lo hace algo más tarde, nunca lo hace ajeno al paso del tiempo. Y es que otra cosa genial de la serie es que el paso del tiempo es palpable, los personajes evolucionan y que todos los conceptos chulos que lanza al lector nunca caen en la historia porque sí, sino que tienen un porqué, una razón de ser, y siempre están ahí, esperando a volver a la primera línea. La caracterización de los personajes, por otro lado, es soberbia, es "realista", coherente y suele empezar con los personajes simplemente apareciendo y sigue con una inmersión mucho más profunda en sus historias.


¿En resumen? Cada página de la colección rezuma imaginación, amor por el género, cariño y planificación. Divertida, interesante, llena de acción, con buenos diálogos y geniales personajes y un dibujo perfecto (primero de Cory Walker, en los primeros números, y después de Ryan Ottley, siendo el trabajo de ambos estupendo, colorista y con diseños muy chulos hasta para el último mono). ¿Cómo puede Kirkman escribir el mejor cómic de superhéroes y el que probablemente sea el mejor cómic de no superhéroes (o en general), The Walking Dead, al mismo tiempo? Un misterio y un sueño del que espero no despertar.

P.D.: la serie va por el número 75. Yo acabo de pasar el 50 y aconsejo leer unos cuantos números cada vez que os pongáis, porque se disfruta bastante.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Asterios Polyp, de David Mazzucchelli

Este año, esta novela gráfica lo ganaba todo allende los mares en el mundillo: Asterios Polyp. Premios y premios a una novela gráfica de la que no había oído hablar absolutamente nada. Después leí que el autor era David Mazzucchelli, a quien, lo reconozco, tan sólo conocía por su trabajo en Batman: Año Uno y Daredevil, por lo que su trabajo aquí me ha parecido una grata sorpresa.

Lo primero decir que esta obra es bastante especial. A nivel gráfico el autor pone toda la carne en el asador con el tratamiento de colores, narrativa arriesgada, experimentos... y sin embargo consiguiendo que su lectura sea una maravilla. Sabía que era un gran narrador y un dibujante excelente con un gran domino de la anatomía, pero no esperaba algo tan diferente y, a la vez, tan especial. A nivel de temas y argumentos, es igualmente arriesgado porque mezcla la arquitectura, la filosofía, la religión, la ciencia, el amor, la música... todo ello filtrado por la peculiar visión del protagonista,a  quien acompañaremos a lo largo de toda su vida en un relato narrado por su hermano gemelo idéntico no-nato.

Son más de 320 páginas de novela gráfica pero, igualmente, me vi completamente atrapado y seducido por la historia, por lo que me lo leí del tirón en un rato largo. Aún no se ha publicado en España. Lo hará SinSentido y yo lo comparé. No sé si lo compraré en español para regalárselo a alguien, haciéndome yo con la versión original si es posible (incluso la rotulación, hecha por el propio autor, es especial), ya que aún no ha salido la segunda edición tras una primera de "sólo" 18.000 copias.

Algo diferente y uno de esos cómics que acercan a más de uno que lo considera infantil al género; una obra compleja, de relectura obligada y deseada, y que trata temas que no todos saben abordar bien. Este tipo de cómics son los que dan prestigio al medio, sin duda.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Scott Pilgrim's Finest Hour, de Bryan Lee O´Malley

Puede que os parezca exagerar o, de hecho, tampoco decir mucho (teniendo en cuenta que hace un par de años que no me compro tantos cómics o sigo colecciones mensuales a su ritmo), pero hacía mucho tiempo, tanto que no lo recuerdo, que no tenía ilusión y ganas por leer cómo continuaba una historia.

Leí sobre Scott Pilgrim por ahí, me interesó, y encargué los cinco tomos publicados hasta el momento en versión original tras descargar el primero para ver de qué iba el asunto: los leí en dos días o menos y me encantaron. Lo siguiente que hice fue releerlos, algunos un par de veces, saborearlos y deleitarme con los detalles. Después ya lo único que quería era que apareciera el último tomo de la colección, este tomo que ahora tengo delante mientras escribo y que de vez en cuando levanto para ver cómo se refleja la luz en algunas de sus superficies (de ésas brillantes y bonicas) mientras pienso en releerlo en cuanto termine de escribir.

El tomo salía a la venta el 20 de Julio al otro lado del charco. Yo hice el pedido el 4 de Julio y el 4 de Agosto llegó... pero yo estaba en el trabajo. Así que, esta mañana, antes de ir al trabajo, he ido a correos a recoger el paquete. Qué ilusión y qué ganas de leerlo. Tanto que, en el trabajo, he tenido que abrirlo y leer sus primeras páginas. Pero lo he vuelto a guardar porque quería saborearlo. Después de comer, hoy no tocaba dormir, hoy tocaba un rato con Scott. No mucho, eso sí, ya que en unos 20 minutos ya me lo había leído. Por supuesto, como he dicho, lo releeré varias veces, incluso la obra entera, pero ya no será lo mismo.

La verdad es que cuando un amigo se va... ya saben, y esta vez se ha ido uno. El último tomo de la serie, Scott Pilgrim's Finest Hour, creo que nos ha dado lo que queríamos ver, nos ha dejado algunas sorpresas y, además, ha cerrado la historia perfectamente. No digo que el tomo sea perfecto, pero para un amante de la serie, casi lo es, y el final sí llega a ese punto, porque no había mejor forma de terminarlo.

A quien no haya leído nada de la colección, bueno, le animo a hacerlo. Si no le gusta, pues bueno, no perderá mucho tiempo ni mucho dinero. Si le gusta, creo que va a embarcarse en un viaje bonito que habla de/a una generación y, aunque ocurre en Canadá y está escrito por un canadiense, es, dentro de su estilo y aproximación al género, muy universal.

Ahora sólo nos queda ver la película cuyo final se escribió antes de que este tomo fuera escrito, por lo que probablemente sea diferente: una forma más de ver a los personajes terminar aunque, no sé porqué, en algunas cosas, no cambiará mucho la cosa.

martes, 23 de noviembre de 2010

Animal Man, de Grant Morrison

Hoy he terminado el tercer tomo de Vertigo que concluye con la recopilación del trabajo del escocés Grant Morrison a los guiones del renacimiento (durante los primeros números de la serie, del 1 al 26) en 1988, de la colección Animal Man protagonizada, claro está, por Bernhard "Buddy" Baker, alias Animal Man.

En un principio, el autor pensó acerca de los primeros cuatro números pero, después, le dijeron que siguiera adelante, que podía hacer lo que quisiera y vaya si lo hizo. Desde el número 5, The Coyote Gospel ("EL Evangelio del Coyote"), comienza a introducir elementos metalinguísticos y metafísicos, a hacerse aún más fuerte en su defensa de la lucha contra el maltrato animal y el vegetarianismo (no, no es un huevo colgando y el otro lo mismo, que alguno por ahí lo está diciendo ahora... pero es cierto que la palabra suena mal, por real que sea) y a ser un contenedor para todo tipo de historias. Pero no sólo éso, sino que introduce detalles y pistas que van conduciendo, como es habitual en sus historias, hacia un punto culminante, en este caso, un cómic, el número 26, basado únicamente en el diálogo entre Animal Man y el propio Morrison. A lo largo de todos los números, tenemos, como he dicho, muchos temas morales, de defensa de derechos de los animales, pero también surrealistas, metafísicos y, todo tipo de elementos y reflexiones que vale la pena leer, incluidas las que se hacen sobre el propio mundo del cómic. Además, todo sea dicho, toda la etapa tiene un componente muy importante en en la familia del protagonista y su día a día, muy al contrario que en otros cómics de la época.


Lo peor de bastante lejos de esta etapa es el dibujo. Grant nunca ha tenido mucha suerte con los dibujantes cuando se ha embarcado en largas etapas y aquí no es para menos, porque el trabajo de Chas Truog es bastante mediocre aunque, haciendo honor a la verdad, carece de problemas narrativos y complicaciones que podrían añadir dificultad a la hora de leer un cómic ya de por sí poco habitual. Un par de números de relleno de Tom Grummett, a quien considero un dibujante clásico y muy superior a los habituales de la serie, así como las imaginativas portadas de Brian Bolland, es lo mejor que uno consigue a nivel gráfico en la colección.

En definitiva, es una serie que recomiendo. Plagada de conceptos interesantes y una narrativa atípica que culmina, como bien comenta el autor con el personaje, en un número algo anticlimático, pero tan consciente de ello y tan mágico que lo primero se evapora. En España se ha editado, por supuesto, creo que por Plantea por completo y por lo menos los primeros arcos por Norma aunque, sinceramente, las ediciones de Vertigo son más baratas y, sin florituras, perfectas para disfrutar de la lectura de un cómic que, junto con Doom Patrol, abrió las puertas de par en par a Morrison para seguir infectando el cómic mainstream norteamericano (dentro de la, juzgando desde la distancia, tremendamente productiva British Invasion), cosa que agradezco sobremanera.

sábado, 20 de noviembre de 2010